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lunes, 28 de abril de 2014

Conductas incomprensibles

En el mundo, hay cosas que se atraen unas con otras, un claro ejemplo de ello, son los imanes y el metal, los resultados de esta atracción, han dado como resultado, grandes inventos, sobre todo en lo que a generación de energía, respecta, sin embargo, hay otros tipos de atracción que resultan más bien contraproducentes, desde todo punto de vista.
“La atracción que sienten los perros, por las llantas de los coches”, ¿qué pasa con estos animales?, no bien has aparcado el vehículo en casa de tu amigo, o de tu primo o de quien se te haya ocurrido visitar, y ya ves a aquel cuadrúpedo infeliz, que parece haber leído un libro sobre meadologia, estudiando tu auto buscando el mejor ángulo para manchar tanto tu llanta como tus rines, lo más interesante de esto, es que he llegado a descubrir, que no son los perros lo que sienten atracción por orinarse en las llantas de los coches, es que las llantas tientan a todo ser viviente a hacerlo sobre ellas. No es primera vez que al ir por la carretera, el conductor del vehículo o algún pasajero, sufre de incontinencia en la vejiga, eso sí debe ser específicamente varón, y se baja del vehículo aparcado a la orilla del camino con las luces de emergencia parpadeando, y el observa el panorama, un arroyuelo cruza cerca de allí, un árbol frente a él, una gran roca que está acompañando al árbol, y por alguna extraña razón, el sujeto decide darse la vuelta, apuntar contra la llanta y esparcir su intoxicado liquido sobre ella.
¿Qué pasa aquí?, desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido señal evidente de “aquí puedes hacer tus necesidades”, de hecho de allí se origina aquella expresión famosa, dicha por aquel filosofo reconocido mundialmente, “voy a miarbolito”, mas ahora el ser humano se está volviendo a conductas que están fuera de lo normal, es como si la llantas fueran el imán y nosotros el metal, y cabe destacar que los imanes generalmente solo atraen el hierro y visto desde este punto, los neumáticos del coche resultarían ser una especie de súper imán, capaz de atraer diferentes tipos de criaturas a sí.
Por más que lo piense creo que nunca lograre resolver este misterio, comprender esta conducta del ser humano es como tratar de entender, porque cuando se nos hace una pregunta de una sola y sencilla respuesta, nos volcamos a dar información privada que no nos han solicitado y poco se relaciona con el tema en cuestión, tomemos el ejemplo de una pulpería.
Buen día, ¿qué vale el refresco de tres litros?”
“Disculpe, pero no están bien heladas, pues vinieron hasta ahorita, cuando debían venir ayer, la verdad es que la gente de los camiones es bien irresponsable”
“No se preocupe, solo necesito saber cuánto vale”
“Si quiere puede comprar hielo en la casa de al frente ellos venden hielo, eso si que no le puedo asegurar que tan higiénicos sean, pero ahorita le traigo el refresco, y si necesita vasos yo se los vendo también”.
“No gracias solo necesito saber cuánto cuesta el refresco”.
“Ah está bien, ¿de cuál quiere saber cuánto cuesta?”.
“Por favor, le dije que el de tres litros”
“Vaya pues pero relájese, no venga aquí a descargar su frustración”.
Y este es solo uno de los casos, veamos ahora una parte casi contradictoria, y esto es cuando el cliente es el que llega dando información que ni es necesaria ni interesante, pero este sujeto que parece haber sido atormentado por algún ingeniero social, va por el mundo dando detalles de sus situaciones que en realidad poco interesan.
Buen día, ¿cuánto cuestan las recargas?”
“Depende de a como la quiera”
“Bueno lo que en realidad necesito es que me alquile el teléfono, si se puede”
“Si está bien, dígame a que numero desea llamar”
“Es al número de mi hermana, que ella anda ahorita comprándole unas medicinas a mi abuela, que está padeciendo de síndrome de reye, y como yo deje mi celular, ella me lo agarro”
“Si muy lamentable, dícteme el numero para llamar”
“Ok es el treinta y dos veintinueve, ¡no! Espere, ese no es, es el treinta y cinco sesenta veintitrés, no no me acuerdo, es que viera que problema tengo, estoy perdiendo la memoria, me recetaron que tomara una centrum para ver si con eso mejoraba mi concentración, vamos a ver.
“Si bueno pero si no me da el número, no voy a poder hacer la llamada”
“Ah ya se, es que ese número que trato de recordar es el de ella, pero ya me acorde que ella anda el mío, a ese la voy a llamar, es el treinta y dos treinta y dos veinte veinte”
“Permítame un momento, ... ... no, suena apagado, de un solo sale la contestadora”
“Ay si es cierto que el teléfono tiene malo el cargador y por eso también veníamos, a comprar un cargador nuevo”.
Y luego la gente se pregunta porque golpearon al pobre muchacho, si no se metía con nadie, una vez que esto acabe, el dueño del negocio necesitara terapia intensiva de control de ira, y solo espero que no esté Jack Nicholson, probando nuevos métodos terapéuticos, como los que probo en Adam Sandler.
La humanidad, toma conductas extrañas conforme se acerca a su vejez, de hecho bien pudiéramos considerar al ser humano como ese imán que atrae todo tipo de manías ridículas, que lo entorpecen y lo hacen vivir miserable, como aquella llanta maltrecha y abusada, que ya esta tan trastornada la pobre, que cree que está bien atraer a los demás seres, para que viertan sobre ella sus inmundicias.
Solo me pregunto yo, que clase de inmundicia será vertida en el futuro, sobre la lamentable humanidad, medito en estas cosas deseando ignorar las respuestas, pues son de esas respuestas que nos recuerdan al perro de la casa de nuestro amigo, que ni bien nos hemos bajado del carro, y ya nos ha marcado para toda la vida como imanes de la desgracia.





4 comentarios:

  1. Jajaja... Maldita ciencia de lo absurdo!

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    1. Gracias por visitar mi entrada, espero haya sido de tu completo agrado

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  2. Excelente entrada, sin dejar ni por un instante el humor de lado, las conductas "terrestres" (vamos a llamarlas así) son tan incomprensible como la mente humana. Quizás para lo que a nosotros nos parece extraño y ridículo, para ese perro solamente sea un habito del cual lo despojaron en el pasado. Gracias por este escape de diez minutos a la risa! Un gran saludo!

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    1. Cristian, cuando veo todas estas situaciones, solo me pregunto a donde nos esta llevando esta evolución, y que sera de la humanidad en un futuro distante, me alegra que haya sido de tu agrado.
      Es siempre un placer recibir tus comentarios.

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