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sábado, 6 de septiembre de 2014

Nos estan viendo la cara

Últimamente en este país, hay ciertos gremios que se ha envuelto en una competencia, una competencia de lo más infame y hedionda, como dirían los mexicanos, “luego luego se ve que los participantes han estado entrenando mucho” y la competición es muy reñida, se trata sobre ver quien tiene la capacidad de vernos más la cara de tontos.
Los equipos participantes en esta competencia del demonio son nada más y nada menos que los medios de prensa, el ministerio público y los involucrados en el caso de corrupción del seguro social, los cuales se han envuelto en un jueguito de dimes y diretes en los que con la ayuda del poder ejecutivo, logran tener a las masas plebeyas del país como los charancacos, “asintiendo con la cabeza”.
Sin embargo, resulta que con tantas personas que se han visto afectadas por el robo atroz y descarado que se le hizo al seguro social, la gente empieza a estar un poco cansada de tanta casaca y de algún modo, el gobierno ha empezado a sentirse presionado por brindar algún tipo de respuesta para tener a la gente ocupada en su sufrir diario mientras piensan que se está haciendo lo que se tenga que hacer para atrapar a los culpables.
Dada esta situación, han visto que la única forma de distraer la atención de la gente es, recurriendo a la fuerza motriz más grande que se conoce después de la codicia. El morbo, y para alimentar esa ansiedad morbosa de la gente hay solo dos cosas que resultarían efectivas hasta el punto máximo: “La muerte y las palillonas”.
Pero la situación es que en honduras, las muertes violentas se han vuelto tan comunes, como las tazas de café, las aprecias por las mañanas mientras ves la TV, y te producen cierta sensación de calor por dentro, pero nada más, así que como estamos ya tan acostumbrados a los altos índices de violencia, las noticias de matanzas, sicariato y parricidios ya no hacen que la gente olvide los demás problemas que la aquejan, así que no habiendo más remedio, han debido recurrir a la segunda opción efectiva de distracción poblacional.
Resulta que según los ilustres medios de comunicación tanto escrita como televisiva, el IHSS fue saqueado a mano armada, pero no con armas de fuego sino, con bolillos de palillona. Es interesante el furor causado entre las personas al recibir esta noticia, aunque no precisamente un furor de indignación, sino más bien, algo así como una especie de envidia al leer titulares como los siguientes: “PALILLONA ESTAFADORA CREIA TENER EL MUNDO A SUS PIES” “PALILLONA VINCULADA AL DESFALCO DEL IHSS”, y la situación es que ahora luego de que los medios nos han tratado de ver la cara con semejante espectáculo, el pueblo se vuelca masivamente a dejarse ver la cara, y todo el mundo quiere saber, conocer y hasta admirar a la susodicha palillona, que dicho sea de paso, no es palillona, pero la mayoría ha pensado que se trataba de una chiquilla de 18 años que se había involucrado con el tal Zelaya y hasta han dicho, “QUE SUERTE DE ESE TIPO”, así que podemos afirmar que en este primer Round, la prensa hondureña ha ganado puntaje completo en la competencia sobre quien tiene más capacidad de vernos la cara de tontos, ya que durante dos semanas sus titulares han sido sobre palillonas, y la gente no ha hecho más que pensar en palillonas, y esto ha sido a tal grado que si en una parte de la ciudad pusieran a la palillona a firmar autógrafos, y de repente alguien dijera: “Ey allá va Mario Zelaya y su pandilla”, la mayoría de personas tomaría a tal sujeto y lo golpearía por distraerlos de ver a su palillona favorita.
Sin embargo, podemos decir con toda certeza que el ministerio público no se ha quedado atrás en este jueguito, no, ellos también han puesto todo su empeño en el caso de la palillona, pero, algo que cabe destacar, es que ellos han sido más previsores que los medios de comunicación, ellos sabían que un ermitaño por excelencia, estaba viendo toda esta situación desde fuera del círculo, observando cuidadosamente cada paso que daban en este competir por engañar y embrutecer a las masas plebeyas, así que previendo esto, dejaron de lado el tema de la palillona y hablaron del grueso del asunto: “Mario Zelaya”, lo divertido en esta situación es la forma en que nos tratan de ver la cara de mables, recientemente se escuchó a uno de los miembros del ministerio público decir: “Nuestras investigaciones nos han llevado a descubrir el escondite del señor Zelaya, sin embargo no podemos revelar esta información para no entorpecer la investigación”.
Bueno no entorpezcamos la investigación, pero tampoco nos traten de tontos, si saben dónde está el sujeto ¿Por qué no van a capturarlo y hacen noticia con el hecho de haberlo atrapado? Porque al tipo este solo le faltó guiñar el ojo a la cámara, sabiendo que en algún lugar del planeta Mario Zelaya estaría guiñándoselo también mientras tomaba una margarita, o talvez un café con sabor a muerto.
Finalmente hablamos también de aquellos que durante años estuvieron pagándose sus lujos y sus palillonas a costillas de la deducción mensual que tú, querido lector has estado pagando durante toda tu vida laboral, estos que nos han visto la cara de una forma más completa y más obscena que cualquiera de los otros participantes en esta competencia,  ante estas personas, la única forma de evitar que nos sigan viendo la cara de tontos es poniéndonos una máscara, de esta forma estaremos al menos protegidos de las risas tanto de ellos, como de sus amigos de la prensa y del ministerio público.


jueves, 31 de julio de 2014

Los dias festivos.



En vista de los ambientes que se avecinan sobre mi ciudad, he decido que es momento de llamar a mención ciertas costumbres que son realmente notorias en cuanto a las conductas de la gente. La forma en que se celebran los días festivos en nuestro país.
Siempre me ha resultado fascinante el hecho de que muchas veces las personas no tienen idea de lo que están celebrando, ¡No pero eso sí!, no entenderán de que va la fiesta, pero de que van a la fiesta, van a la fiesta.
La feria <<agostina>> por ejemplo, de hecho es casi una tradición que en nuestra ciudad, los niños que rondan los ocho años de edad empiecen a preguntarse porque año con año, los llevan durante uno o dos sábados a calar en el legendario “gusanito”, esa atracción de la feria que ha deleitado a las ultimas veinte generaciones durante ya tantos agostos. De hecho la última vez que me subí—que recuerdo que fue hace como veinte años— vi una pequeña inscripción en el asiento que decía, “Aquí estuvo Colon”, porque así de viejo es,  en realidad casi podría jurar que Colon hizo ese escrito histórico movido por la emoción de continuar vivo luego de bajarse de aquel vejestorio.
Hay incluso familias que han montado toda una tradición por generaciones en torno a este gusanito, recuerdo haber visto alguna vez a un niño caerse durante la parte más alta del paseo, y al llegar a atenderlo su padre le ha dicho “hijo, estoy orgulloso de ti, cuando tenía tu edad, yo me caí de este mismo lugar, y también tu abuelo, y el padre de tu abuelo y así sucesivamente hasta el origen de nuestra raza.
Ciertamente, el mes de agosto en nuestra ciudad es escenario de toda clase de tradiciones, creencias y celebraciones, pero nuevamente volvemos al mismo punto, nadie sabe que se celebra con exactitud en este mes.
—No pues el día de la patrona de la ciudad ¿no?
— ¿Cuál patrona?
—Pues no sé, vos metete al rollo y celebra hermano.
—No pues es que no puedo celebrar algo si no sé por qué motivo lo hacemos.
—Bueno espérate aquí que le voy a preguntar a aquel señor que parece ser el encargado.
Minutos después…
—Bueno ¿y que te dijo?
—No le pude preguntar que está ocupado con el bingo.
—Ah pues tráete un yogo y nos ponemos una loquera que nos dure hasta el domingo.
Qué bonito, si hasta poeta se volvió el muchacho, y es que no hay celebración en nuestro país que no sea con guaro, eso sí, es importante aclarar esto. “Siempre que no sea una fiesta para conmemorar a la patria”, esas si se respetan.
Es verdad, si no, que alguien me diga cuando ha escuchado a un grupo de amigos decir:
—Oye ya tenemos todo listo para el quince de septiembre, tengo diez cajas de cerveza en mi casa, cinco litros de flor de caña y una ristra de porros para que nos pongamos en ambiente.
¡Eso no pasa! nadie quiere ponerse a “pichinga” para el tres de octubre, y yo me pregunto ¿Bueno, donde está escrito que para las fiestas religiosas uno deba ponerse una borrachera de esas que luego hasta te hacen una trilogía que trata sobre no recordar lo que paso ayer, pero para las fiestas patrias, todo mundo anda allí, formalito y sosegado?
—Mira que vamos a la playa que es semana santa—Hum mijito, santa borrachera que nos vamos a montar, vamos a ponernos una loquera que ni de cómo te llamas te vas a acordar.
—Mira que hoy es el día de las fuerzas armadas—No pues vamos todos a la calle a ver los desfiles de nuestros valientes soldados, es más durante toda la semana no probare nada de alcohol por respeto a mis valores cívicos.
Pareciese más bien que hubiera como una especie de pacto entre los líderes de las confesiones religiosas y el gobierno, hasta me los imagino reunidos en un salón secreto con una luz blanca que deslumbra a los presentes impidiendo que puedan verse unos a otros, y a la cabeza de aquel concilio casi esotérico, esté un sujeto de extraña procedencia, que le haya tomado la voz prestada al que hace los doblajes al español de Morgan Freeman.
—Señores, estamos aquí reunidos para decidir los destinos de los pueblos a los que gobernamos, por un lado tenemos a los líderes religiosos y por otro a los líderes políticos, así que bueno, ¿Qué es lo que solicitan?
—En nombre de las diferentes confesiones religiosas que nos gusta andar metidas en cuestiones de feria, necesitamos gente que se sienta culpable, con una conciencia que les acuse, así pues siempre ocuparan de nuestros servicios, y tendremos chamba fija.
—Nosotros los padres de la patria, necesitamos gente con conciencia social, que sepan que es ventajoso ser un pueblo humilde y amante de la paz y de sus valores patrios, así siempre estarán dispuestos a apoyarnos y nosotros tendremos la oportunidad de seguir mamando de la teta del estado.
—Bien señores, a cambio de sus almas, les daré lo que me solicitan, fiestas con motivos religiosos en los que la gente se desenfrene y se entregue a los placeres, para que al acabar el buchinche solo les quede una sensación de culpa y busquen su guía espiritual, y conjuntamente a ello, fiestas patrióticas en los que les salga aquel instinto de amar la tierra en que nacieron, y una fe ciega e irracional al partido político de su preferencia y sus líderes, así ambos consiguen lo que quieren, un medio de subsistencia, y yo seguiré al mando de este sitio tras bastidores, ahora por favor, solo firmen aquí al final de la hoja y tendremos nuestro contrato cerrado.
Casi puedo imaginar la risa maléfica de este extraño Morgan Freeman mientras le firman aquel documento amarillento, pero al analizar los sucesos que acontecen en mi ciudad, creo que es la conclusión más lógica a la que se puede llegar, y al final, de alguna manera se logra cierta felicidad cuando vemos las masas de personas que van a los juegos mecánicos de la feria, mejor conocidas como “las ruedas”, de hecho cierta tarde me he cruzado por allí, para poder echar un vistazo al mítico “gusanito” y por un momento se me cruzó por la mente la idea de subirme y dar una vuelta, más al observar los ojos vacíos y malevolentes que ha adquirido con el paso del tiempo aquel vehículo que parece más bien un tren hacia el averno y observar el corroído metal que sostiene los rieles en una altura de casi cinco metros, solo pude decir: “yo no me subo ahí papá, que se suba Morgan”.

sábado, 19 de julio de 2014

Viva la educacion



Dejando de lado un poco el tema del estudio de la fauna laboral y las asombrosas costumbres de quienes habitan este lugar que es como una especie de distorsión en el espacio-tiempo, quiero dedicar unos minutos a hacer algo que bien podría considerarse un poco de crítica social, esto al ver los destinos que persiguen los jóvenes graduandos de esta generación, y es que ciertamente es lamentable el ver como estos pequeños prospectos de adultos responsables han aprendido de todo durante su vida estudiantil, excepto a vivir y a ser responsables o mínimamente capaces de subsistir.
Tomo por ejemplo lo que viví en uno de los famosos cibercafés que ahora son casi una raza extinta pero que aún subsisten algunos en nuestra ciudad, estaba yo allí de casualidad buscando sacar unas fotocopias, cuando de pronto vi una pacotilla de estudiantes de cierto colegio privado de la ciudad de Puerto Cortes, parecían aturdidos y espantados por algo, como de costumbre, decidí ignorarlos y seguir en mis ocupaciones, más al escuchar lo que los tenía asustados no pude más que asombrarme y sentir pena, pero al mismo tiempo pensar: “a qué carajo van al colegio”, resulta que durante el tiempo que yo estuve allí, ellos estuvieron subiendo fotos a las redes sociales, chateando y buscando pareja con personas desconocidas en internet cuando supuestamente andaban haciendo un trabajo de investigación, pude descubrir que las viejas costumbres no se pierden y se transmiten por generaciones, pues mientras todos perdían el tiempo en internet viendo lo que fuera que se les ocurriera y que sirviera para el “deshidratamiento” cerebral, había uno que había sido designado para buscar la tarea, algo así como el conductor designado para los que salen a beber, pues cuando aquel eminente investigador de temas por internet, encontró en la Wikipedia un texto que tenía el mismo título que se les había dejado investigar, fue cuando todos entraron en tremendo dilema y parecía que en todo el grupo no había quien supiera cual era el siguiente paso a realizar, resulta que querían imprimir la información pero ninguno de aquellos “casi-profesionales” sabia como copiar aquel texto, pegarlo en un archivo de Word y luego imprimirlo.
Ciertamente aquello me resulto inverosímil, que alguien no supiera copiar y pegar en la computadora, pero no fue tan impresionante como lo que ocurrió luego, resulta que con tanto barullo, un señor que estaba cerca, decidió hacer su buena acción del día, y acercándose a la jovencita designada para la investigación le dijo: “Solo dele seleccionar todo, luego le da ctrl+c y abre Word, luego le da ctrl+v y ya va a tener el archivo listo para imprimir, solo le corrige la letra y los márgenes a su gusto”.
Asombrosamente, aquella chica lo quedo viendo como quien se encuentra con un chino recién asaltado por la calle y lo escucha tratando de explicar lo ocurrido en su lengua, no había entendido ni una sola palabra, por unos segundos se quedaron viendo entre sí con otra compañera como esperando que entre ambas pudieran traducir algo de lo que habían escuchado, el señor al ver aquel derroche de ignorancia, y haciendo un gesto de desaprobación le dijo: “permítame ayudarle, mire”, y haciendo lo que para aquellas jóvenes eran extrañas combinaciones de teclas abrió un extraño programa con un signo de W azul, luego toco otros botones de forma extraña y todo lo que estaba en Wikipedia apareció como por arte de magia en este nuevo programa, una vez haciendo esto le dijo: “Listo, ahora solo lo imprime y ya”.
La joven nuevamente empezó a verse con su amiga y trataban de saber a qué se refería el hombre, pero no entendían, entonces una de ellas, con un tono coqueto se dirigió nuevamente al señor y le dijo: “hey usté, ayúdenos a imprimir eso vaya, que nosotras no podemos”, el hombre, haciendo un gesto de desaprobación le dijo: “Bueno pero fíjese bien para que aprenda”, y toco nuevamente el teclado mientras las chicas estaban ensimismadas en sus teléfonos móviles, y la impresora del establecimiento empezó a lanzar como por obra de la brujería, las páginas con la tarea requerida.
Cada vez que recuerdo aquella escena, me siento motivado a procurar el conocer métodos de curandería, y otros medios de medicina alternativa, pues realmente no deseo encontrarme en el futuro, con la necesidad de visitar al médico y que este en lugar de tratar mi enfermedad, acabe tomándose fotos comprometedoras con mi cuerpo inerte para subirlas al Facebook, y es que sin duda alguna a esto nos estamos encaminando, aún recuerdo cuando estaba en la escuela y en quinto grado el profesor empezó a enseñarnos sobre la raíz cuadrada, y una ligera orientación sobre álgebra, ahora resulta que muchos estudiantes de secundaria no tienen idea de esto, sustituyen la z por xx, y no es raro verlos escribir mensajes como “thu ereezz mi amiaa dl alma”, a veces me pregunto si acaso esto será el nacimiento de un nuevo idioma como cuando el latín murió para dar origen a todos los idiomas que se habla en Europa occidental y América, o si simplemente será el reflejo de una educación decadente en la que los profesores solamente se presentan al aula de clases a cumplir con sus horas reglamentarias y encargarse de que la curiosidad innata que tiene el ser humano por aprender se vuelva tediosa para los niños, y que al llegar a la adolescencia y primeros años de adultez sigan reflejando la ignorancia que desde pequeños les fue inculcada.

martes, 27 de mayo de 2014

Seres dañinos



Desde el principio de la historia de la tierra, esta, se ha visto habitada por diferentes especies de criaturas, las cuales en muchos casos, viven en delicados ecosistemas de cooperación, ayuda mutua y pacífica convivencia, sin embargo, también con el paso del tiempo y conforme las criaturas se van adaptando y desadaptando a su medio ambiente, lo que algunos han llamado evolucionar, surgen lo que conocemos como especies parasitas, depredadores infames y microorganismos patógenos.
Yo, que me he entregado al estudio concienzudo y detallado de los comportamientos de los diferentes tipos de seres que habitan nuestro mundo, he descubierto que hay al menos tres criaturas, que son exclusivamente  dañinas para aquellos que coexistan con ellas y estas tres que de ninguna manera contribuyen al bienestar de sus vecinos, son el fruto de una sociedad corrupta que no para de arrojar basura de todo tipo al ecosistema, estas tres criaturas, son, por su nombre común, los alacranes, los políticos, y los mecánicos automotrices.
No obstante, alguien podría sentirse ofendido por esta situación y decir: “Oye, ¿Por qué incluyes a los alacranes en esta lista, son animales de la naturaleza, que actúan en la inocencia de su instinto?
Bueno comprendo el punto de vista de este individuo y lo respeto, pero también puedo estar seguro que él aún no sabe lo que se siente cuando uno de estos bichos desgraciados, haya casi premeditado el meterse dentro de la funda de tu almohada, y esperar hasta la noche para que cuando más cansado vas, luego de un día fatigoso de trato con la fauna laboral, te acuestes en tu cama, alinees perfectamente tus pantuflas de conejo en el cuadro de cerámica del cuarto, te pones tu ridículo gorrito con una bola de felpa en la punta, y te acuestas plácidamente sobre la almohada, solo para sentir aquel dolor intenso, como si te hubiesen inyectado acido bajo la piel de la cara –que de hecho eso fue lo que ocurrió–, y entonces te preguntas, ¿Cuál por todos los avernos es la bendita función de este animal infeliz?, porque como no sea una estratagema de la naturaleza, para enseñarnos a no ser confiados ni en nuestra cama, no sé qué podrá ser.

Sin embargo, aunque la picadura del escorpión es de las cosas más dolorosas sobre la tierra, no se compara con el doloroso 15% de impuesto sobre venta que tenemos que pagar ahora en este país, pero para esto no nos queda más remedio que agradecer a nuestros amigos panzones de saco y corbata que siguen asaltándonos a control remoto, desde sus despachos y secretarías, de hecho me doy cuenta que el parasito más peligroso de todos es aquel que anida en tu cerebro ya de por si malnutrido y te invita cada cuatro años a que pongas una equis bajo su nombre, lo cual es curioso, porque yo recuerdo cuando estaba en la escuela y el profesor nos dejaba tareas, si estas estaban mal hechas o estaban a medias, o incluso si se podría considerar que lo que había escrito era una sarta de sandeces, el profesor colocaba una equis para indicar que aquello no servía para nada, interesante resulta el que ahora, en la papeleta electoral, se indique que lo que hay que colocar, es una equis bajo el nombre de los candidatos.

Pero dejando de lado estas curiosidades tan “curiosas” –valga la redundancia– quisiera hablar de uno de los seres, cuya picadura resulta tan dolorosa, como quemarse la lengua en el escape de la moto, esta es, “la picada letal del mecánico automotriz” esto es tormentoso, de hecho, cuando Dante Alighieri escribió su famosa obra “El infierno”, creo que debió haber colocado un segmento del infierno especial para todos aquellos que se dedican a hacerte creer que reparan tu carro, cuando en realidad, te roban las pocas piezas buenas que te quedaban, pero lo peor no es eso, lo más doloroso de toda esta situación es que llevabas tu carro porque el arranque tardaba para encender y cuando te lo entregan “reparado” resulta que ya no trabaja bien la caja de cambios. Es notorio que algunas personas, especialmente las del grupo de ermitaños por excelencia, odian el tener que estar regresando una y otra vez al mismo taller, el cual ya te cobro lo que ganarías en la mitad del año, por repararte un problema del vehículo, y entregártelo con cinco fallos más, y que aparte de eso, al tercer día de haberlo recibido, resulta que de nuevo está fallando de lo que supuestamente fue reparado.
Creo que esta es una de las mayores causas de mortalidad entre los miembros del grupo económico de reparaciones automovilísticas, sin embargo, últimamente he notado también que la gran mayoría de estos individuos grasientos, no tienen idea de lo que están haciendo, no es primera vez que me toca llevar el carro al taller, y me encuentro con aquel tipo de pantalones rotos, cabello largo despeinado y con pequeños animalitos caminando entre el bosque que nace de su cuero cabelludo, y al encontrarnos sucede lo siguiente:
–Hermanito que se te ofrece–
–Mira que traigo el carro porque le escucho un ruido extraño y cuando va en marcha, tiene una vibración en todo el motor–
Así que ahora con ese porte de experto en motores a gasolina, diésel y fusión en frio, levanta el capó del coche, le coloca la varilla que lo sostiene arriba, y pone sus manos a ambos costados del motor, observando la maquinaria, en ese momento nos sentimos emocionados, cuando vemos a un tipo con ese porte, sabemos que es la postura de alguien que sabe lo que hace, es todo un conocedor, un experto.
–Enciéndalo– dice con voz autoritaria
No cabemos de la emoción, nos sentamos en la cabina, accionamos la llave, y el vehículo empieza a dar sus primeros síntomas de que algo no anda bien, al menos nosotros los incultos  en este tema así lo creemos al ver la masa de humo gris que sale por el escape, y escuchamos aquel ruido que nos hace pensar que lo que estamos conduciendo es un helicóptero de la segunda guerra mundial que tiene años de estarse oxidando en un campo alemán, entonces salimos a ver junto con el mecánico donde se origina el terrible problema, y lo vemos hacer magia, mete su mano allí entre toda esa tubería y cosas extrañas, y el carro empieza  a acelerarse, creo que responde al tacto del maestro.
–Yo lo escucho bien– nos dice
Lo miramos extrañados, en ese momento, a mi particularmente se me cruza por la mente la idea de que hemos venido a un taller de helicópteros y no de carros, solo de esa manera es posible que aquel vehículo maltrecho le suene “bien” a este sujeto. Pero aun no queremos dudar de su capacidad, y entonces le pedimos que nos acompañe a correrlo, para que sienta la vibración cuando va en marcha, así que tras que lo ponemos en primera, el vehículo empieza a temblar y avanzar accidentadamente al más puro estilo del mejor amigo de Rayo McQueen, con gran temor y duda, lo pasamos a segunda, y a tercera, damos la vuelta a la cuadra, seguros de que aquella noche no habrán mosquitos molestando a las personas del barrio luego de aquella fumigación intensa.
Entonces el mecánico, nos ve con esos ojos vacíos e inexpresivos y nos dice:
–Yo lo siento bien, no le veo ningún problema–
Me agarro la cabeza para evitar estrellarla contra el vidrio, y me di cuenta que al final lo que me queda es, tomar el manual de fabricante, buscar en las posibles opciones por las que un vehículo pueda presentar aquellos fallos, y entonces ya con aquel dictamen en mente, llegar donde el mecánico y decirle:
–Amigo, le traigo el vehículo porque necesita que le haga una limpieza en las candelas, también por favor hágale una limpieza a los inyectores, le regula las válvulas, y le cambia los cables conductores de corriente de las candelas por favor–
Entonces lo vemos poner su mano en la frente cual soldado y dice:
–Póngalo ahí, ya se lo vamos a chequear, si tiene algo que hacer vaya dese una vuelta y regresa en la tarde ya se lo vamos a tener listo–
Con cierto recelo lo dejamos y al volver, observamos con extrañeza que le han quitado las llantas, y la batería que ahora tiene parece un par de años más vieja, y aquel tipo se asoma de debajo del carro y nos dice:
–Hermanito, le estamos haciendo un chequeo a las llantas que parece que ya están algo gastadas, pero no se preocupe que yo le voy a poner estas que están mejores–
Es en ese momento en que agradecemos pero al mismo tiempo lamentamos el no traer un arma y decimos:
– ¡Que!, pero si las llantas se las cambié la semana pasada.

lunes, 12 de mayo de 2014

La lucha por las libertades



Meditando un poco sobre las características propias del hombre, especialmente su género masculino, he descubierto que uno de los mayores anhelos de todo varón que ha posado sus pies en la tierra, es el deseo de libertades, sin embargo, conforme pasa el tiempo y la humanidad se desarrolla, el hombre sigue siendo privado de aquellas libertades primarias que instintivamente se buscan desde el momento en que nacemos.
Recuerdo yo especialmente en mis primeros años de infancia, como fui privado de toda clase de deseos innatos que instintivamente el cuerpo me los pedía, de hecho aún tengo frescas en mi mente las imágenes, yo, un ser indómito y salvaje de seis años, llegando de la escuela, y lo único que realmente deseaba en aquel instante era, quitarme los zapatos y revolcarme en el piso de la sala, para sentir la frescura del suelo de terrazos, pero entonces allí estaba, aquella prohibición contranatural que hace retorcer hasta al páncreas más fuerte y aguerrido. –“Oye tú, pon los zapatos donde corresponde, no los dejes tirados en medio de la sala, y deja de revolcarte allí”-
Allí están las primeras cadenas que te atan a una vida en que las libertades se convierten en prohibiciones, y de allí en adelante, el hombre seguirá pujando contra el mundo con el fin de obtener esa libertad ansiada, pero irónicamente seguirá echándose a sí mismo, lazos en su cuello que lo ataran por el resto de su existir a estas prohibiciones que hacen de la vida un suplicio constante.
Si alguien no me cree simplemente debe observar la rutina de un hombre trabajador, que ha decidido sacrificar su tiempo para permanecer atado a una empresa entre un periodo de ocho a diez horas diarias, y que al llegar a casa, dejándose dominar por el instinto, se quita los zapatos allí justo después de haber cerrado la puerta, y disfruta el caminar por el suelo de cerámica con los calcetines puestos, de hecho nada se disfruta más que eso, se quita el chaleco, lo pone sobre un mueble, la faja sobre el desayunador, y cuando se apresta a recostarse sobre el sofá grande, siente la mirada acusadora de su esposa que hiere su frente como si ella tuviese rayos laser saliendo de sus iris.
En ese momento atisbamos a sonreír como si con eso pretendiéramos apaciguar su enojo, y casi automáticamente nos levantamos y empezamos a recoger lo que hemos tirado para llevarlo a su sitio, entonces pensamos que veinticinco años después, no hemos cambiado mucho, solamente cambia el lugar y la persona que nos ha negado las libertades tan ansiadas, pero seguimos atados a ello.
Otra libertad que se le niega regularmente al hombre es la libertad a mantener su espacio personal inviolable, esto es especialmente duro, sobre todo si te has iniciado en las prácticas de la misantropía, sin embargo probablemente nunca sufras esto si tienes auto propio, pero si un día sucede que desgraciadamente el girar del cosmos lleva a que tu vehículo se averíe, entonces conocerás lo grave de esta situación cuando te ves obligado a utilizar el autobús de la ruta urbana.
Para empezar, la primera libertad violada en este caso, es la libertad a mantener tus oídos libres de ruidos desagradables, esto es así porque ni bien has puesto un pie dentro del vehículo, ya empiezas a escuchar las bachatas de aventura a todo volumen, y esto, cuando eres un ermitaño, se asemeja a recibir tortura de la CIA y la KGB juntas, de hecho he llegado a sentir que preferiría en ese momento, escuchar el sonido del generador de energía de una silla eléctrica en la cual estuviera sentado, que el escuchar esa guitarra de ritmo machacado y esa voz poco varonil cantando cursilerías.
Ya sufriendo este ataque a nuestra integridad psicológica, pareciera que la cosa no pudiera ir peor, mas no debemos olvidar que esta no es la mayor libertad violada en el infierno rodante llamado autobús que hemos abordado, no, aún falta ese ataque más directo y aterrorizante para todo aquel que no soporta ser tocado por otra persona, resulta que mientras vas absorto en tus pensamientos, sentado al fondo del asiento en el lado de la ventana tratando de ignorar la música, si es que se  le puede llamar así, la cual va a todo volumen, pues resulta que cuando más desprevenido estas, llega un sujeto grande y corpulento, usando sus pantalones cortos, mostrando esas pantorrillas velludas y grotescas, y sin mediar palabra se sienta al lado tuyo, en el mismo asiento, cabe destacar que debido a su tamaño, no le basta su mitad del  asiento, así que se toma tres cuartas partes del mismo, relegándote a un pequeño rincón en el que tratas de reducirte lo más posible al sentir su desagradable calor corporal quemándote la pierna, sin embargo, eso no le basta, y separa sus rodillas dejándote ahora con un pequeño espacio en forma de triángulo entre la pared del autobús, el respaldar del asiento, y su velluda pierna que te acosa, en este momento regresas a aquellas fantasías que solías tener de niño, en las que te imaginabas que eras un mutante miembro de los “x-men” y que tu poder especial era producir espinas grandes y afiladas que salieran de tu cuerpo, de hecho juraría que por un instante incluso te has puesto las manos en las sienes, con la intención de concentrar toda tu energía y llegar a tener este tipo de poder, o algun otro en el que pudieras quemar todo lo que estuviera alrededor tuyo.
Finalmente, y cuando ya te has resignado a seguir el viaje con aquel sujeto aprisionándote allí, ocurre, lo que yo llamaría, el punto máximo de tormento que puede recibir el “toco maníaco”, que es la expresión que define al sujeto que no soporta ser tocado por otros, y es que cuando ya nada podría ser peor, aquel individuo recae en un viejo vicio, “dormir en el autobús”, y ahora empieza a oprimirte mucho más pues empieza  a dejar caer su peso sobre ti, y lo que es peor y tan desagradable que de solo pensarlo se me retuerce el bazo, es que sientes como su barba, empieza a rozar tus mejillas, y sientes su respiración caliente sobre ti, y allí, en ese momento no sabes si gritar, si golpearlo, o si estrellar tu cabeza contra el vidrio de la ventana para romperlo, lanzarte al pavimento y acabar de una vez con aquella tortura.
Ha pasado casi una hora, y te das cuenta que casi has perdido lo que quedaba de humanidad en ti, cuando al fin logras divisar al fondo de la carretera, el lugar donde debes bajarte, así que mientras aun estas a suficiente distancia, empiezas a tratar de levantarte de debajo de aquella masa corpulenta que ahora ronca tranquilamente sobre ti, como puedes, logras salir de su abrazo infernal, y pasas al pasillo que mide aproximada mente pie y medio entre ambas filas de asientos, y en la cual se han acomodado tres filas de personas de pie, y vas saliendo de entre ellos, sintiéndote como si excavaras a través de una montaña de gente sudada y maloliente, y allí vas arrastrándote, como cuando las lombrices se arrastran a través del suelo húmedo del jardín, y cuando estas casi por llegar a la puerta, ves que ya te has pasado de tu punto de parada, así que le dices, prontamente al chofer, “¡Disculpe! Bajan”, él te observa por el retrovisor haciendote mala cara y dice, “Eso se avisa con tiempo ahora se baja en la próxima”  y el autobús avanza casi medio kilómetro, hasta que al fin puedes salir, casi sientes que vas a saltar de la emoción, de poder mover tus brazos y tus piernas libremente, te alegra el poder limpiar los restos de saliva de aquel “vello durmiente” que se acostó sobre ti todo el viaje, así que sin importar la distancia que debes caminar de regreso, vas caminando optimista, feliz de haber recobrado tu libertad, tan feliz que hasta te nace del corazón el tararear una melodía “tun turun tun tururun tururun, tun turun tun tun”. Ahhhhh maldigo el día en que se inventó la bachata, porque rayos se me tenía que pegar a mí esa cancioncita de porquería.