En el mundo, hay cosas que se
atraen unas con otras, un claro ejemplo de ello, son los imanes y el metal, los
resultados de esta atracción, han dado como resultado, grandes inventos, sobre
todo en lo que a generación de energía, respecta, sin embargo, hay otros tipos
de atracción que resultan más bien contraproducentes, desde todo punto de
vista.
“La atracción que sienten los
perros, por las llantas de los coches”, ¿qué pasa con estos animales?, no bien
has aparcado el vehículo en casa de tu amigo, o de tu primo o de quien se te
haya ocurrido visitar, y ya ves a aquel cuadrúpedo infeliz, que parece haber leído
un libro sobre meadologia, estudiando tu auto buscando el mejor ángulo para
manchar tanto tu llanta como tus rines, lo más interesante de esto, es que he
llegado a descubrir, que no son los perros lo que sienten atracción por
orinarse en las llantas de los coches, es que las llantas tientan a todo ser
viviente a hacerlo sobre ellas. No es primera vez que al ir por la carretera,
el conductor del vehículo o algún pasajero, sufre de incontinencia en la vejiga,
eso sí debe ser específicamente varón, y se baja del vehículo aparcado a la
orilla del camino con las luces de emergencia parpadeando, y el observa el
panorama, un arroyuelo cruza cerca de allí, un árbol frente a él, una gran roca
que está acompañando al árbol, y por alguna extraña razón, el sujeto decide
darse la vuelta, apuntar contra la llanta y esparcir su intoxicado liquido
sobre ella.
¿Qué pasa aquí?, desde tiempos
inmemoriales, el árbol ha sido señal evidente de “aquí puedes hacer tus
necesidades”, de hecho de allí se origina aquella expresión famosa, dicha por
aquel filosofo reconocido mundialmente, “voy a miarbolito”, mas ahora el ser
humano se está volviendo a conductas que están fuera de lo normal, es como si
la llantas fueran el imán y nosotros el metal, y cabe destacar que los imanes
generalmente solo atraen el hierro y visto desde este punto, los neumáticos del
coche resultarían ser una especie de súper imán, capaz de atraer diferentes
tipos de criaturas a sí.
Por más que lo piense creo que
nunca lograre resolver este misterio, comprender esta conducta del ser humano
es como tratar de entender, porque cuando se nos hace una pregunta de una sola
y sencilla respuesta, nos volcamos a dar información privada que no nos han
solicitado y poco se relaciona con el tema en cuestión, tomemos el ejemplo de
una pulpería.
“Buen día, ¿qué vale el refresco de tres litros?”
“Disculpe, pero no están bien heladas, pues vinieron hasta ahorita,
cuando debían venir ayer, la verdad es que la gente de los camiones es bien
irresponsable”
“No se preocupe, solo necesito saber cuánto vale”
“Si quiere puede comprar hielo en la casa de al frente ellos venden
hielo, eso si que no le puedo asegurar que tan higiénicos sean, pero ahorita le
traigo el refresco, y si necesita vasos yo se los vendo también”.
“No gracias solo necesito saber cuánto cuesta el refresco”.
“Ah está bien, ¿de cuál quiere saber cuánto cuesta?”.
“Por favor, le dije que el de tres litros”
“Vaya pues pero relájese, no venga aquí a descargar su frustración”.
Y este es solo uno de los casos,
veamos ahora una parte casi contradictoria, y esto es cuando el cliente es el
que llega dando información que ni es necesaria ni interesante, pero este
sujeto que parece haber sido atormentado por algún ingeniero social, va por el
mundo dando detalles de sus situaciones que en realidad poco interesan.
“Buen día, ¿cuánto cuestan las recargas?”
“Depende de a como la quiera”
“Bueno lo que en realidad necesito es que me alquile el teléfono, si se
puede”
“Si está bien, dígame a que numero desea llamar”
“Es al número de mi hermana, que ella anda ahorita comprándole unas
medicinas a mi abuela, que está padeciendo de síndrome de reye, y como yo deje
mi celular, ella me lo agarro”
“Si muy lamentable, dícteme el numero para llamar”
“Ok es el treinta y dos veintinueve, ¡no! Espere, ese no es, es el
treinta y cinco sesenta veintitrés, no no me acuerdo, es que viera que problema
tengo, estoy perdiendo la memoria, me recetaron que tomara una centrum para ver
si con eso mejoraba mi concentración, vamos a ver.
“Si bueno pero si no me da el número, no voy a poder hacer la llamada”
“Ah ya se, es que ese número que trato de recordar es el de ella, pero
ya me acorde que ella anda el mío, a ese la voy a llamar, es el treinta y dos
treinta y dos veinte veinte”
“Permítame un momento, ... ... no, suena apagado, de un solo sale la
contestadora”
“Ay si es cierto que el teléfono tiene malo el cargador y por eso también
veníamos, a comprar un cargador nuevo”.
Y luego la gente se pregunta
porque golpearon al pobre muchacho, si no se metía con nadie, una vez que esto
acabe, el dueño del negocio necesitara terapia intensiva de control de ira, y
solo espero que no esté Jack Nicholson, probando nuevos métodos terapéuticos,
como los que probo en Adam Sandler.
La humanidad, toma conductas
extrañas conforme se acerca a su vejez, de hecho bien pudiéramos considerar al
ser humano como ese imán que atrae todo tipo de manías ridículas, que lo
entorpecen y lo hacen vivir miserable, como aquella llanta maltrecha y abusada,
que ya esta tan trastornada la pobre, que cree que está bien atraer a los demás
seres, para que viertan sobre ella sus inmundicias.
Solo me pregunto yo, que clase de
inmundicia será vertida en el futuro, sobre la lamentable humanidad, medito en
estas cosas deseando ignorar las respuestas, pues son de esas respuestas que
nos recuerdan al perro de la casa de nuestro amigo, que ni bien nos hemos
bajado del carro, y ya nos ha marcado para toda la vida como imanes de la
desgracia.
Jajaja... Maldita ciencia de lo absurdo!
ResponderEliminarGracias por visitar mi entrada, espero haya sido de tu completo agrado
EliminarExcelente entrada, sin dejar ni por un instante el humor de lado, las conductas "terrestres" (vamos a llamarlas así) son tan incomprensible como la mente humana. Quizás para lo que a nosotros nos parece extraño y ridículo, para ese perro solamente sea un habito del cual lo despojaron en el pasado. Gracias por este escape de diez minutos a la risa! Un gran saludo!
ResponderEliminarCristian, cuando veo todas estas situaciones, solo me pregunto a donde nos esta llevando esta evolución, y que sera de la humanidad en un futuro distante, me alegra que haya sido de tu agrado.
EliminarEs siempre un placer recibir tus comentarios.