Una brisa salada junto con millones de partículas de agua marina, se adherían a mi rostro bravío y sereno mientras iba de pie en la proa de aquella embarcación, colgando de mi pecho cual si fuera un amuleto poderoso, iba aquel libro que por tantos ha sido maldecido y despreciado, sin embargo, para alguien como yo que ha sido entrenado en las antiguas artes, este poderoso libro me da habilidades sobre humanas, las mismas que me han permitido embarcarme en esta aventura épica de la que siento que solo la suerte de principiante podrá permitirme volver sin perder la vida o la razón.
Recorro con la vista aquella embarcación rechinante que se va moviendo al son de aquel mar embravecido, veo a mis valientes compañeros de expedición.
Leonidas, rey de los espartanos valiente y aguerrido un experto en combate, mantiene un perfil bajo gracias a su peinado de niño bueno.
Heracles, mejor conocido como Hércules, con su cabello largo y su sonrisa de idiota, semidiós que mas bien parece un vago, es únicamente su fuerza sobre humana lo hace digno de venir en esta terrorífica aventura, mientras lo observo cruza su mirada con la mía y veo en sus ojos tormentosos como se lamenta que no hayamos traído a Xena la princesa guerrera o a su amiga Gabrielle.
Clavo mi mirada en la suya haciéndole saber que esta es mi historia y que debería estar agradecido de que le haya sacado de sus cutres viajes legendarios y lo trajera a una verdadera aventura épica.
Leonidas lo observa con desagrado también, sin embargo nos enfrentamos a un enemigo realmente fuerte y malvado, ha esclavizado a mas personas que los todos los reyes europeos juntos, de hecho sus esclavos son casi tantos como los esclavos de las maquilas, pero sin descansos de quince minutos en la mañana y en la tarde.
El viejo marinero que guia la embarcación señala el horizonte con su tostado y huesudo dedo deforme, de hecho el dedo intenta señalar al horizonte pero acaba señalando una curva que finaliza en dirección hacia el suelo de cubierta.
Leonidas, Heracles y yo observamos una isla mas siniestra y macabra que la isla de King Kong y sobre los riscos una muralla que parece salida de las colonias de San Pedro Sula, detrás de ella se fabrica la maldad, algo que no es ni humano ni animal, tomamos el esquife, y nos dirigimos a remo hasta aquel lugar, de inmediato vemos algunos aborígenes salvajes que nos observan, siento como sus miradas quedan fijas sobre el libro que traigo colgando en mi pecho, algunos empiezan a gritar a voz en cuello, otros caen al suelo convulsionando, y aquellos a quienes aun no les ha sido consumido el cerebro del todo me señalan y atisban a decir algo que suena como a "LA LL LA LA LA LAAAROOOUUUUSSEEEEEEEE" y caen de inmediato al suelo con sus ojos blancos y echando espuma por la boca, veo a Leonidas a punto de sacar y blandir su espada, le hago señas con la mano que se detenga, para ellos este libro esta maldito y no soportan su presencia, veo hacia mi izquierda y veo a Heracles jugando con un cangrejo en la arena, dirijo una mirada a Leonidas y el hace un gesto de desaprobación, le hacemos señas a nuestro inútil compañero y continuamos a través de la jungla, Vejestorium Chismorraes machos salen despavoridos al vernos, saben que este libro que traigo podría destruirlos con solo mirar una de sus paginas, Trabajadorus Compulsivus Incansabilis permanecen ocultos entre los matorrales, ellos desean el libro tan intensamente como Golum desea el anillo, mas no se atreven a posar su mano sobre el, un Jefus Maleducatensis Bocherus nos observa desde lo alto, quisiera atacarnos con sus luces rojas, pero al ver el libro no puede hacer mas que liberar sus gases tóxicos, sin embargo nosotros estamos inmunizados así que seguimos de largo, queremos llegar hasta el lugar donde se fabrica la maldad en niveles descomunales.
Observo a Leonidas y le indico que cuando estemos ante la criatura debe evitar ante todo leer los papeles con que nos ataque o se quedara de piedra, (aclaro, no se convertirá en piedra, pero si se quedara de piedra al ver los horribles métodos de redacción utilizados por ella) a Heracles no le advierto nada, ya que el es inmune a cualquier lectura, de hecho el no esta capacitado para tocar el libro que traigo conmigo pero de igual manera no le afecta pues es semidiós.
Finalmente llegamos hasta la gran muralla superior a la que se fabrico en China y mas bien semejante a las que se utilizan en las colonias de San Pedro, Leonidas y Yo observamos a Heracles, el sabe que para esto ha venido, esta es su leyenda personal y esta a punto de realizarla, así que se agacha entrecruza sus dedos en una postura que permitirá que nosotros pongamos nuestro pie sobre sus manos, el nos impulsa sobre la muralla, caemos al otro lado y vemos los restos de otros valientes que quisieron detener a la bestia, vemos a Superman haciendo ruidos con sus labios mientras los agita con su dedo, pobre loco no resistió, Leonidas sabe que nosotros solos no podríamos, pero este libro es poderoso.
Nos acercamos a la entrada y de pronto la puerta se abre y allí esta ella con su mirada fija sobre nosotros, los iris de sus ojos son tan agudos como puntas de alfileres y esta armada con varias impresoras de diversos tipos poseídas por la maldad que ella emite empiezan a lanzarnos documentos con una redacción tan pésima que veo a Leonidas caer justo a mi lado.
Apenas logro ver lo que lo ha herido. Cartas empresariales escritas totalmente en mayúscula, términos despreciables como "vuen dia" otros mas horribles como "no es un plaser dirijirme a ustedes", veo también nombres escritos en minúscula en documentos oficiales, el uso de palabras inexistentes en notas personales, y el pobre Leonidas no ha podido soportarlo, se ha quedado de piedra al instante.
Mis ojos arden ante aquel léxico tan terrorífico, tan horrendo, en mi mente solo cabe una pregunta ahora, ¿A qué diantres fue esta criatura al colegio, qué rayos hacia en sus momentos de estudio en la universidad?
Sin embargo el destino ya ha determinado que este es el momento indicado para destruir a esta criatura y he sido yo el elegido para acabar con la Analfa-bestia que tanto daño a hecho en la región de la jungla laboral.
Tomo en mis manos el libro que ella ha maldecido por tanto tiempo, le muestro el titulo escrito en letras amarillas y un fondo morado "LAROUSSE DICCIONARIO BÁSICO ESCOLAR", el libro tiembla entre mis manos, y una luz fuerte empieza a tratar de salir de a través de sus paginas, aquella criatura ahora empieza lanzar gritos desgarrados, sus iris que antes eran agudos como agujas ahora se vuelven negros y profundos como la noche que se cierne sobre su cerebro, el libro se abre y la ilumina completamente, sus cabellos se desintegran y junto con ellos todo su cuerpo, finalmente sus cenizas son esparcidas por el viento y veo como aquellos escritos malignos gradualmente se van corrigiendo hasta quedar escritos en la forma que deberían haber sido redactados desde un principio, veo a los aborígenes que nos observan desde sobre el muro, y Heracles con ellos, creo que lo han aceptado como nuevo rey, sonrío y extiendo mi mano a Leonidas quien ha vuelto en si, la sujeta y se levanta, dejo caer el libro sobre aquel suelo, esperando que algún aborigen decida utilizarlo para civilizarse y que dentro de unas cuantas décadas aquel lugar se vuelva una especie de Mesopotamia progresista.
Un falso sentido de alegría me invade en ese momento mas sin embargo pronto caigo a razón que siempre habrá alguien que declarara el libro como maldito, como enemigo publico de la sociedad, y arrastrara a sus congéneres a que vuelvan a ser como aborígenes ignorantes, semejantes a bestias de carga, solamente espero encontrar un discípulo al que pueda yo enseñar las antiguas artes, y que pueda el contar con la ayuda de un rey espartano cuando nuevamente deban enfrentarse a la Analfa-bestia en esta batalla épica de la cual solamente podremos sobrevivir gracias a la suerte de principiante.
Subimos al esquife y nos dirigimos al barco, la mirada ausente de Heracles me hace temer por aquel lugar mas sin embargo nuestra misión esta cumplida, pero a mi mismo me hago la promesa de seguir de cerca el desarrollo de aquel lugar y poder mantener siempre la maldad a raya, esto mientras pueda hacer uso de la razón y del poderoso libro que hoy les he otorgado.
Que tristeza estar en esa jungla laboral y estar también haciéndola de maestro de seres de otro mundo solo le recomiendo tener paciencia por mientras él aprende lo necesario para sobrevivir en su jungla .... o si puede deshágase de el lo mas pronto que pueda páselo a otra victima
ResponderEliminarCiertamente una fuente de gran tristeza y como escribió John Milton "Largo y penoso es el camino que desde el infierno conduce a la luz", y en mi caso esta luz se ve muy lejana, de hecho inalcanzable y esta jungla parece cada vez ma un infierno, habrá que ver en que termina esto, mientras tanto este pendiente de este desenlace de esta historia y de las hazañas que realizara nuestro amigo Morrotostado.
EliminarQue ingenio para escribir algo así, me ha encantado!
ResponderEliminarMe saco unas cuantas sonrisas, saludos.
Gracias Atsu K, espero seguir deleitandoles con mas escritos de este nivel
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